Desinsectación

Control de cucarachas y hormigas 

El término «desinsectación» se refiere al conjunto de técnicas y métodos dirigidos a prevenir y controlar la presencia de ciertas especies de artrópodos nocivos en un hábitat determinado.

En IBERCONTROL 86 trabajamos con geles insecticidas para el control de cucarachas y hormigas debido a ventajas que ofrecen, como la carencia de plazo de seguridad, la facilidad de aplicación, un control eficaz o el no requerir de mediciones o mezclas. Incluimos la aplicación del gel dentro de un programa de Control Integrado de Plagas ya que lo consideramos imprescindible para obtener garantías de éxito contra las infestaciones.

El uso de geles nos ofrece ventajas para el aplicador y el cliente, como una independencia de horario en las aplicaciones, la carencia de plazos de seguridad, ausencia de olores o el no requerir ser aplicados en forma de barrera continua para conseguir un control eficaz.

Se evitan los plazos de seguridad pudiéndose acceder al local tratado inmediatamente después de la aplicación debido a que:

La consistencia pastosa del gel no requiere de disolventes que se evaporen y permanezcan en el ambiente.

Su densidad y modo de aplicación en cantidades pequeñas y de forma muy dirigida evita que se produzcan pequeñas partículas que permanezcan en suspensión en el aire.

No requieren ser aplicados en forma de barrera continua:

El gel insecticida es un cebo que atrae a las cucarachas, ya que está formulado para ser especialmente apetente para estos insectos. A diferencia del insecticida residual, que sólo actúa cuando el insecto camina sobre él y recoge una dosis letal del ingrediente activo, el gel no necesita ser aplicado en toda la zona a tratar a la espera que el insecto entre en contacto con el biocida para resultar eficaz, ya que las cucarachas son atraídas a la zona donde se ha realizado la aplicación.

Los geles no requieren de equipos pesados de aplicación, sino que son de aplicación sencilla con pistolas ligeras, de bajo coste y que normalmente requieren un menor uso de equipos de protección individual.

Para la aplicación no es necesario tener acceso a agua, ni realizar mediciones ni mezclas, lo que supone un ahorro de tiempo y una menor exposición del aplicador y del entorno a la sustancia biocida.

El uso de trampas puede ayudar para dar una idea de la intensidad de la infestación y para detectar los lugares en los que se encuentran las cucarachas. Además de mayor efectividad del tratamiento, la información que aportan las trampas ayuda a aplicar sólo la cantidad requerida de producto y en los lugares requeridos.

El Control Integrado de Plagas ayuda a obtener mejores resultados, ahorrando tiempo y dinero.